jueves, 18 de septiembre de 2014

LOS TRES PILARES DE LA ETERNIDAD - Elder Bruce R. McConkie




Elder Bruce R. McConkie





Este Texto es una traducción libre del  original en inglés “The Three Pillars of  Eternity” disponible en http://speeches.byu.edu  Traducido por Mario González Navarrete, Estaca San Bernardo- Chile.



Se tal como todos nosotros que las cosas de Dios, sólo pueden comprenderse por el poder del Espíritu Santo Y ruego que recibamos un gran derramamiento de ese Espíritu al considerar los tres pilares de la eternidad-las tres grandes verdades eternas sobre las cuales se establece la salvación. Mi propósito es tomar los tres acontecimientos más grandes que jamás hayan ocurrido en toda la eternidad y mostrar la forma en que se entrelazan para formar el gran plan de salvación. Si podemos obtener una comprensión de ellos, entonces todo el esquema eterno de lo existente, tomará su propio lugar, y estaremos en condiciones de labrar nuestra salvación. Si no construimos nuestra casa de la salvación en un cimiento verdadero, nunca vamos a lograr el progreso espiritual que nos preparará para entrar a la Presencia de Dios.


Tres Grandes Eventos
Los tres pilares de la eternidad, los tres eventos preeminentes y trascendentes por encima de todos los demás, son la creación, la caída, y la expiación. Estos tres son los fundamentos sobre los que se basan todas las cosas. Sin cualquiera de ellos todas las cosas perderían su propósito y significado, y los planes y propósitos de la Deidad se anularían.
Si no hubiera habido creación, no existiríamos, ni la tierra, ni ninguna forma de vida sobre su faz. Todas las cosas, todos los elementos primarios, estarían desorganizados en el vacío. Dios no tendría hijos espirituales; no habría probación terrenal; y ninguno de nosotros estaría en camino a la inmortalidad y la vida eterna.
Si no hubiera habido caída del hombre, no habría un período de probación. El hombre mortal no existiría, ni los animales o aves o peces o la vida de cualquier clase sobre la tierra. Y, repetimos, ninguno de nosotros estaría en camino a la inmortalidad y la vida eterna.
Si no hubiera habido expiación de Cristo, todas las cosas se perderían. Los propósitos de la creación se desvanecerían. Lucifer triunfaría sobre los hombres y sería el capitán de nuestra alma. Y, lo decimos de nuevo, ninguno de nosotros estaría en camino a la inmortalidad y la vida eterna.
Y por tanto les digo: Venid y razonemos juntos; razonemos como lo hicieron los hombres justos de la antigüedad, para poder llegar a comprender.
Venid y oídnos declarar la sana doctrina; permitidnos declararla plenamente  y con poder al igual que los ángeles de Dios en los cielos.
Venid, y demos testimonio de las cosas que Dios ha dado a conocer; testifiquemos como lo hacen aquellos cuyas almas llenas del Espíritu y  saben por revelación  la  veracidad de la palabra revelada.







La Expiación

Contemplaremos  primero una escena de dolor y sufrimiento en un jardín llamado Getsemaní, el huerto de la prensa de aceite. Allí, fuera de los muros de Jerusalén, en el ahora sagrado jardín de los Olivos, vemos a ocho de los doce reunidos a la puerta del jardín. En el interior están Pedro, Santiago y Juan. Es de noche, y los ojos de todos pesan de sueño.
A un tiro de piedra de distancia de los tres, vemos al Hijo de Dios en agonía y dolor incomparable. Ha caído sobre su rostro. Escuchamos su súplica: "Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa pero no sea como yo quiero, sino como tú" (Mateo 26:39).
Le vemos sudar grandes gotas de sangre por cada poro. Un ángel-seguramente el poderoso Miguel -baja del cielo y lo fortalece. Él tiembla a causa del dolor y sufre tanto en cuerpo como en espíritu. Él sale triunfante; y de una manera incomprensible para nosotros, llevó los pecados de todos los hombres  bajo condición del arrepentimiento.

Ahora volvamos nuestra vista hacia el Gólgota. Allí, en el lugar de la calavera, lo vemos de nuevo, crucificado entre dos ladrones. Es mediodía, y su cuerpo destrozado y azotado ha colgado en aquel malévolo madero durante unas tres horas.
Una vez más, es la hora de la expiación. El sol se oscurece; durante tres largas horas hay "tinieblas sobre toda la tierra" (Lucas 23:44), y todas las agonías y sufrimientos de Getsemaní retornan. Luego de ganar la victoria; de pagar el rescate; la expiación se cumple.
Unas treinta y ocho o cuarenta horas más tarde-después de tres días según la manera de contar de los judíos –le vemos a través del Jardín del Sepulcro. Él se ha levantado en gloriosa inmortalidad. Revestido de inmortalidad y vida eterna, refrena sutilmente  a uno de sus seres queridos -María Magdalena- de abrazarle con la misma cercanía que antes había prevalecido.
Pronto coros angelicales llenarán los cielos con el canto redentor:"Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza" (Apocalipsis 5:12).

Y así es como la salvación está en Cristo y que su sacrificio expiatorio es el corazón, núcleo y centro de la religión revelada, y que Él-en el angustioso Getsemaní  y en la cruz del Calvario-puso en vigor todos los términos y condiciones del plan de su Padre.
Él es la resurrección y la vida. Él es el Redentor del mundo y el Salvador de los hombres. Él "quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio" (2 Timoteo 1:10). Era su obra y su gloria, para llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre. Y el suyo es el único nombre dado bajo el cielo por el cual el hombre puede ser salvo.
Si no hubiera habido expiación de Cristo, no habría resurrección, ni ruptura de las ligaduras de la muerte, no habría regreso de la tumba.

Si no hubiera habido expiación, no habría perdón de los pecados; ni retorno a la presencia de Dios; ni  salvación de cualquier tipo, clase o naturaleza; ni vida eterna; ni exaltación; ni continuación de la unidad familiar en la eternidad.
Si no hubiera expiación de Cristo, todos los hombres estarían sujetos a  "ese terrible monstruo, muerte e infierno y del diablo, y del  lago de fuego y azufre, que es tormento sin fin" (2 Nefi 9:19).
Si no existiera la expiación de Cristo, nuestros espíritus serían semejantes a  Lucifer “y nosotros seríamos diablos, ángeles de un diablo, para ser separados de la presencia de nuestro Dios y permanecer con el padre de mentiras, en la miseria, como él " (2 Nefi 9: 9).

Si no existiera la expiación de Cristo, todos los hombres estarían condenados eternamente, todos serían hijos de perdición, y todos el propósitos y designios eternos  de salvación de Dios, fracasarían completamente.
Todas las cosas se centran giran en torno, se anclan, se basan en el sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo. No hay un lenguaje dado a los hombres o ángeles para proclamar estas verdades con el poder, veracidad y dignidad que se merecen. Que engalanen con fuego refulgente  a través de todos los cielos siderales que la salvación está en Cristo y que viene a causa de su sacrificio expiatorio.

Ahora este sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo-grande infinito, glorioso y eterno como lo es-no se sostiene por sí solo. No es simplemente una llamarada de luz en un universo de oscuridad y desesperación. No es por sí mismo un gran sol de esplendor celestial para disipar la oscuridad de la noche sin fin. No es sólo la manifestación de la gracia de un Dios infinito hacia sus hijos caídos.
Por mucho que la expiación pueda ser esto, ¡y es todas estas cosas-y más! –aún así no está sola. No es un niño nacido sin padres. Tiene raíces; tiene razón de ser ; y llegó  consecuencia de otros eventos previos.









La Caída

La expiación es parte del plan eterno del Padre. Llegó a la hora señalada, de acuerdo a la voluntad del Padre, a efectuar para el  hombre lo que no se podía lograr de otra manera. La expiación es hija de la caída, y la caída es la madre de la expiación. Ninguna de estas podría llevar a cabo los fines eternos del Padre, sin la otra.
La caída de Adán y la expiación de Cristo están inseparablemente unidas entre sí-, y están eternamente unidas. Son parte del mismo cuerpo al igual que la cabeza y el corazón, cada una cumple su función en el esquema eterno de las cosas.
La caída de Adán trajo la muerte temporal y espiritual al  mundo, y la expiación de Cristo rescató a los hombres de estas dos muertes para  llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre. Esto hace que la caída sea parte esencial del plan de salvación, tal como la expiación misma.
Hay, de hecho, cinco cosas que fueron posibles  y siguen existiendo a causa de la caída. Ninguna de estas cosas habría existido si no hubiera habido caída, y todas son partes esenciales del plan divino de salvación. Estas son:


1. La muerte temporal. Es la muerte natural; que ocurre cuando el cuerpo y el espíritu se separan; da lugar a la corrupción y decadencia. Debido a la expiación de Cristo todos los hombres serán levantados de corrupción a  incorrupción, de la mortalidad a la inmortalidad, y de allí a vivir eternamente en un estado resucitado.


2. La muerte espiritual. Es morir en cuanto a las cosas del Espíritu. Es la muerte en cuanto a la rectitud. Es ser echado fuera de la presencia del Señor. Es una forma de vida que está en oposición a la del Padre de todos nosotros. Debido a la expiación, y porque el Señor Jesucristo tomó sobre sí nuestros pecados bajo condición de arrepentimiento, tenemos el poder de ganar la vida eterna, que es la vida espiritual, que es una vida de justicia, que es la vida en la presencia de nuestro Dios.


3. Mortalidad. La vida mortal viene a causa de la caída. Si no hubiera habido caída, no habría vida mortal de ninguna clase en la tierra. La vida mortal es la vida donde hay muerte. La muerte debe entrar en el mundo para llevar a cabo la mortalidad.


4. Procreación. Antes de la caída no había procreación. Repito, porque así lo dice las Santas Escrituras, antes de la caída no había procreación. Adán y Eva, en su estado edénico, no podían tener hijos, ni, como veremos más adelante, tampoco podían las demás formas de vida, en el primer estado paradisíaco de la recién creada tierra.


5. Un tiempo de prueba. Estamos aquí para ser probados, para ver si vamos a creer en las verdades de salvación y guardar los mandamientos, y caminar por fe. Después de la caída los hombres se volvieron carnales, sensuales y diabólicos por naturaleza, y el plan de salvación los exhorta a abandonar esas cargas mundanas y  ponerlas en Cristo.
Ahora, para que no haya ni una pisca de mal entendido sobre esto, venid y razonemos juntos como los de la antigüedad. De hecho, vamos a utilizar las mismas palabras que ellos ya que se encuentran en las Sagradas Escrituras.


"Ahora Cristo ha resucitado de los muertos," dijo Pablo mientras testificaba de la expiación. "Porque por cuanto por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección de los muertos." Adán trajo la muerte, y si no hubiera caído no habría muerte; y Cristo trajo la resurrección, y, si no hubiera habido expiación, no habría resurrección. "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados" (1 Corintios 15: 20-22).
Moroni vinculó la caída y la expiación  de esta manera. Dijo que Dios “creó a Adán, y por Adán vino la caída del hombre. Y por causa de la caída del hombre, vino Jesucristo." Es así de simple; la caída es la fuente, causa y motivo de la expiación. "Y a causa de Jesucristo vino la redención del hombre" (Mormón 9:12). La salvación está en Cristo!

"Y a causa de la redención del hombre, que vino por Jesucristo,"  los hombres "son llevados de vuelta a la presencia del Señor, sí en esto son redimidos todos los hombres, porque la muerte de Cristo hace efectiva la resurrección, la cual lleva a cabo una redención de un sueño eterno "(Mormón 9:13).

¿Qué le dijo el ángel a rey Benjamín? él dijo, que la sangre de Cristo “expía los pecados de aquellos que han caído por la transgresión de Adán" (Mosíah 3:11). Somos descendientes de Adán; y todos tenemos a él como padre en común.
Él dijo: "Así como en Adán, o por naturaleza, ellos caen, así también la sangre de Cristo expía sus pecados" (Mosíah 3:16). Las bendiciones de la caída se transmiten a todos los hombres; y todos pueden ser redimidos porque Adán cayó y vino Cristo.
Él dijo: "La salvación fue, y es, y ha de venir, en  la sangre expiatoria de Cristo, el Señor Omnipotente" (Mosíah 3:18). No hay otra fuente de salvación de la caída que por medio de Cristo.

Él dijo: "El hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor” (Mosíah 3:19).

Así, el hombre natural, que es Adán, es conquistada por el hombre perfecto, que es Cristo; y por lo tanto "todo el género humano puede salvarse, mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio" (Artículo de Fe N°3).



 Y ahora, ¿qué dice nuestro gran y buen amigo Lehi acerca de todas estas cosas?


Él dice que el Redentor "vendrá a traer la salvación a los hombres… Y la vía está preparada [para él] desde la caída del hombre, y la salvación es gratuita...."(2 Nefi 2: 3-4).
 La Caída es el cimiento sobre el cual descansa la expiación.
Él dice que "después de que Adán y Eva habían comido del fruto prohibido, fueron echados del jardín de Edén, para que cultivar la tierra" (2 Nefi 2:19). Su probación terrenal y las experiencias y pruebas de la mortalidad empezaron después de la caída.
Él dijo:
“Y ellos tuvieron hijos; sí, la familia de toda la tierra”. [2 Nefi 2:20] Cada alma viviente  en la tierra es un descendiente de Adán y Eva. Pues Dios ha hecho de una sangre todo el linaje de los hombres. [Hechos17:26]
Él dijo:
“Si Adán no hubiese transgredido, no habría caído, sino que habría permanecido en el jardín del Edén”. [2 Nefi 2:22]
Si Adán no hubiera caído, él estaría allí hoy, seis mil años después, en toda su gloria y belleza de su naturaleza inmortal. Tal es el registro de las Sagradas Escrituras.
Y  más adelante- maravilla de maravillas y prodigio de prodigios -Lehi dice: "Y todas las cosas que fueron creadas" todas cosas significa: TODAS LAS COSAS, eso incluye a los animales, peces, aves, reptiles y plantas; incluye dinosaurios, ballenas y hormigas; significa TODAS LAS COSAS.


Los dinosaurios son parte de "Todas las Cosas" que fueron creadas por Dios




Todas las cosas que fueron creadas habrían permanecido en el mismo estado en que se hallaban después de ser creadas; y habrían permanecido para siempre, sin tener fin. [2 Nefi 2:22]
Y Allí estaban,  repetimos, en el mundo sin tener muerte hasta después de la caída de Adán. Y allí estaban, repetimos, sin procreación hasta después de la caída. Y allí estaban, repetimos, sin mortalidad hasta después de la caída.
Y así Lehi continúa, "Y ellos  –Adán y Eva- "no habría tenido hijos" (2 Nefi 02:23).
Y luego, sobre tan firme cimiento, mientras se llena de luz y guiado por el Espíritu, Lehi clama:
“Adán cayó para que los hombres existiesen; y existen los hombres para que tengan gozo. Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de hombres de la caída”. [2 Nefi 2: 25-26]
Y ciertamente como dijo Enoc:
“Debido a que Adán cayó, nosotros existimos; y por su caída vino la muerte; y somos hechos partícipes de miseria y angustia. . . . Y los hombres se han vuelto carnales, sensuales y diabólicos, y se hallan desterrados de la presencia de Dios. [Moisés 6:48, 49]
Y en verdad, como dijo nuestra madre Eva:
Si no fuera por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad ni hubiéramos conocido jamás el bien y el mal, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede a todos los que son obedientes. [Moisés 5:11]
Ciertamente, la salvación viene a causa de la caída, y es importantísimo creer en la caída, ya que significa creer en la expiación, y de hecho, no es posible creer en la expiación sin creer en la caída.



la Creación
Ahora, la expiación proviene de la caída, por lo que la caída proviene de la creación. Si todas las cosas no se hubieran creado en la precisa manera en que fueron creadas, no podrían haber caído. Si las cosas creadas debían caer, debían ser creadas en un estado más alto, al estado en que estarían después caer. Caer es ir hacia abajo o hacia adelante, no hacia arriba.
Y así es que los relatos revelados de la creación de esta tierra y todas las cosas en la faz  de ella, son relatos de la creación paradisíaca. Estos hablan del estado inmortal en que primeramente fueron hechas todas las cosas; dan cuenta de las cosas creadas antes del día en que la muerte entró en el mundo.
Nuestro décimo Artículo de Fe dice: "Creemos que la tierra será renovada y recibirá su gloria paradisíaca...." Cuando el Señor venga y la era milenaria comience, habrá un cielo nuevo y una tierra nueva; la tierra será transformada; se renovará; y volverá a su estado paradisíaco; llegará a ser como fue en el periodo edénico. Y una vez más la muerte tal como la conocemos dejará de existir.
Los relatos de la creación en Génesis 1 y de Moisés 2 son relatos de la creación paradisíaca o edénica. Son descripciones de la creación anterior a la muerte, la mortalidad y la caída. Estos hablan una creación que de nuevo hallamos en la palabras de Lehi :
“Todas las cosas que fueron creadas habrían permanecido en el mismo estado en que se hallaban después de ser creadas; y habrían permanecido para siempre, sin tener fin”. [2 Nefi 2:22]
Es decir, habrían permanecido así, si no existiera la caída.


Los Pilares de la Eternidad





Recapitulación
 Hemos estado hablando de los tres pilares del cielo, de los tres eventos más grandes que jamás hayan ocurrido en toda la eternidad, de las tres doctrinas que se entrelazan inseparablemente para formar el plan de salvación. Estamos hablando de la creación, la caída, y la expiación. Y estas tres son una. Y, noten que todas las cosas fueron creadas; todas las cosas cayeron; y todas las cosas están sujetas a al poder redentor del Hijo de Dios.

No estoy desapercibido de  haber dicho algún pensamiento o concepto que ya haya sido dicho por otros hermanos que nos han precedido. Casi cada frase que he pronunciado es citada o parafraseada de algo dicho por:  Joseph Smith, Brigham Young, John Taylor, Joseph F. Smith, Joseph Fielding Smith, Orson Pratt, o algún otro de los grandes teólogos de nuestra dispensación.
Hay muchos entre nosotros que no se les dificulta asimilar que la expiación es infinita y eterna y que se aplica a todas las formas de vida. Pues saben que las revelaciones afirman que todas las formas de vida son  entidades espirituales y que serán resucitadas- animales, aves, peces, todo es de naturaleza eterna.
Pero algunos entre  nosotros todavía no han vislumbrado que todas las cosas cayeron y se convirtieron en mortales para que pudieran ser resucitadas.
Los primeros Hermanos de nuestra dispensación escribieron estas palabras:


“La palabra expiación significa liberación, mediante una ofrenda de rescate, de la sanción de una ley rota. . . . Efectuada por Jesucristo, significa la redención de la tierra y todas las cosas pertenecientes a ella a través de su muerte y resurrección, del poder que dicha muerte ha obtenido sobre ellos a través de la transgresión de Adán… La Redención de la muerte a través de los sufrimientos de Cristo, es para todos los hombres, los justos y los malvados, para esta tierra y todas las cosas creadas sobre ella". 

[. Compendium, pp 8-9, citado en Mormon Doctrine, BR McConkie (Salt Lake City: Bookcraft, 1966).Pp 64-65]



Tres Seres Gloriosos

Cuando hablamos de la creación, la caída, y la expiación, estamos hablando de las obras de Elohím, Jehová, y Miguel. Estamos hablando de las doctrinas que se expresan o están implícitas en nuestros tres primeros artículos de la fe. Debemos llegar a la unidad de la fe, en cuanto a las obras de cada uno de estos seres gloriosos.


¿Quién es Elohím? Él es Dios el Padre Eterno. Es un personaje glorificado y exaltado. Él tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre. En el lenguaje de Adán, su nombre es “Hombre de Santidad”. Él es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Él sabe todas las cosas y tiene todo poder-no sólo en lo referente a nosotros o limitado a alguna esfera o  reino -, si no en un sentido ABSOLUTO, ETERNO E ILIMITADO. En este último sentido, él es el Creador. Y cualquier cosa que hayan escuchado contraria a esto , ya sea en los credos de la cristiandad o de vanagloriosos intelectuales, que a sus propios ojos, saben más que el Señor, es falsa.



¿Quién es Miguel? Él es un hijo espiritual del gran Elohím. Bajo la dirección de Cristo encabezó a los ejércitos de los justos, cuando hubo una gran guerra en los cielos. Nuestras revelaciones dicen que él "era hijo de Dios" (Moisés 6:22), y que era "la primera carne [la primera carne mortal] en la tierra, también el primer hombre" (Moisés 3: 7), y que fue "el primer hombre de todos los hombres" (Moisés 1:34). Él es nuestro padre Adán; él es el sumo sacerdote presidente sobre toda la tierra. Bajo la dirección de Cristo, que es "el Santo", él tiene "las llaves de la salvación" (D. y C. 78:16). Él es el único por quien llegó la caída. Y cualquier cosa que hayan escuchado contraria a esto, de cualquier fuente, es falsa.



Adán ordena a su hijo Set ( por Del Parson )



¿Quién es Jehová? Él es el Señor Jesucristo, el Primogénito del Padre, el Salvador y Redentor. Él es el Cordero que fue inmolado desde la fundación del mundo. Él es el Unigénito en la carne, la única persona nacida de una madre mortal y de un Padre inmortal. Llevó a cabo la expiación infinita y eterna, rescató los hombres y todas las formas de vida de la caída, y puso en vigor los propósitos de la creación. La salvación está en él y llega a aquellos que creen y obedecen. Y cualquier cosa que hayan escuchado, contraria a esto, es falsa.







Las verdades respecto a Elohím, Jehová, y Miguel son las más grandes de todas las verdades eternas. Engloban a la creación, la caída, y la expiación en un solo gran plan de salvación. Estas son “El Evangelio de Dios” que es el Padre. Y el Espíritu Santo da testimonio de su veracidad.
Dios permita que todos podamos creer, conocer y entender las grandes verdades eternas por las cuales viene la salvación y que al creer, saber y entender, podemos vivir de tal manera que podamos  obtener la vida eterna. En el nombre de Jesucristo. Amén.




VER VIDEO DEL DISCURSO:




miércoles, 3 de septiembre de 2014

Las 7 Herejías Mortales - Elder Bruce R. McConkie




Devocional de BYU ofrecido el 1 de Junio de 1980 por Elder Bruce R. McConkie del Consejo de los 12 Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Texto extraído es una traducción libre del audio original en inglés “The Seven Deadly Heresies” disponible en http://speeches.byu.edu 
Traducido por Mario González Navarrete, Estaca San Bernardo- Chile.






Elder Bruce R. McConkie



He procurado diligentemente la guía del Espíritu esta noche para ayudarme en lo que deseo compartirles. Voy a salir de mi formato habitual y acostumbrado, y leeré algunas citas sobre el tema a tratar, y quiero expresar con templanza y precisión los principios doctrinales que esto involucra, y decirlos de manera que no dé lugar a dudas.
Voy a hablar sobre algunos temas que algunos consideran controversiales, aun que no debería ser así. Son cosas en las que debemos estar unidos, y en medida que lo estemos, vamos a progresar, avanzar y crecer espiritualmente, y prepararnos para una vida de paz, felicidad y gozo aquí, y recibir una recompensa eterna en el reino de nuestro Padre.
Hay una canción o un dicho o un refrán o una leyenda o una tradición o algo que habla de los “7 Pecados Capitales”. Yo no sé nada sobre ellos ni espero saberlo. De mi tema algunos de ustedes, desafortunadamente, saben un poco son "Las Siete Herejías Mortales", no son las grandes herejías de la cristiandad perdida y caída, pero son algunas que se han introducido entre nosotros.


Ahora cito un texto, que Pablo escribió a los santos del pasado, pero que se aplica a nosotros:
"Oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya herejías, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son probados”[1Corintios11:18-19]
Ahora voy a enumerar algunos axiomas (así llamamos en los círculos académicos a estos enunciados):




 No hay salvación en creer una doctrina falsa.

 La verdad, el puro diamante de la verdad, la verdad sin mezcla ni error, sólo la verdad conduce a la salvación.

 Lo que creemos determina lo que hacemos.

 Ningún hombre puede salvarse en la ignorancia de Dios y sus leyes.

 El hombre es salvo tan rápido como gane el conocimiento de Jesucristo y las verdades salvadoras de su evangelio eterno.

 Las Doctrinas del Evangelio pertenecen al Señor, no al hombre, Son suyas, Él las ordenó, las revela, y espera que nosotros las creamos.

 Las doctrinas de la salvación no se descubren en un laboratorio o en una excursión geológica o acompañando a Darwin alrededor del mundo. Vienen por revelación y no de otra manera.

 Nuestra única preocupación en la búsqueda de la verdad es ser, aprender y creer lo que el Señor sabe y cree. Providencialmente ha expuesto algunas de sus indicaciones en las santas escrituras.

 Nuestro objetivo como mortales es ganar la “Mente de Cristo”, creer en lo que Él cree, pensar lo que piensa, decir lo que Él dice, para hacer lo que hace, y ser como Él.

 Estamos llamados a rechazar toda herejía y allegarnos a toda verdad. Sólo entonces podremos progresar de acuerdo con el plan divino.





Cualquier principio de inteligencia que logréis en esta vida, se levantará con vosotros en la resurrección”…“Y si una persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otro en esta vida por medio de su diligencia y obediencia, a ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero”
 [D&C 130:18-19 ]



Tengan en cuenta que el conocimiento se obtiene mediante la obediencia. Viene por la obediencia a las leyes y ordenanzas. Hay algunas cosas que un hombre en pecado, no sabe ni podrá saber. Ahora me permito sugerir la lista de herejías:







HEREJÍA N°1:
 Hay quienes creen que Dios está progresando en conocimiento y está aprendiendo nuevas                            verdades.



Esto es falso total, absoluta y completamente .No hay una pizca de verdad en ello. Esto surge de una visión totalmente retorcida e incorrecta del Sermón “King Follett” sobre la idea de progreso eterno. Dios avanza en el sentido de que sus reinos aumentan y se multiplican sus dominios no en el sentido de que él aprenda nuevas verdades ni descubra nuevas leyes.
Dios no es un estudiante, Él no es un técnico de laboratorio, no está postulando nuevas teorías en base a experiencias pasadas. Él ya se graduó a un estado exaltado, que consiste en saber todas las cosas y tener todo poder.
La vida que Dios vive se llama “Vida Eterna”. Uno de sus nombres, es "Eterno", el uso de esa palabra distingue el tipo de vida que él vive. La vida eterna es la recompensa que obtendremos si creemos y obedecemos y andamos rectamente ante él. Y la vida eterna consiste en dos cosas:

1- vivir en unidad familiar (Eterna)
2- heredar, recibir y poseer la “Plenitud de la gloria del Padre”.
    Cualquier persona que tenga estas cosas es un heredero y poseedor del más grande de los dones de             Dios, que es la vida eterna.

Progreso Eterno consiste en vivir la clase de vida que Dios vive y aumentar en reinos y dominios eternamente. ¿Suponen que un ser infinito y eterno que ha presidido en nuestro universo por casi 2.555 millones años, que hizo los cielos siderales, cuyas creaciones son tan más numerosas como las partículas de la tierra, y que es consciente de hasta cuando cae un pajarillo a tierra…

¿Suponen que un ser así tiene más que aprender y nuevas verdades que descubrir en los laboratorios de la eternidad? Eso está totalmente fuera de toda comprensión
¿Suponen aprender algo que destruya el plan de salvación y transforme al hombre y al universo en una nada increada?
¿Suponen hallar un mejor plan de salvación, que el que se ha aplicado a los hombres en innumerables mundos?

He estado muy tentado a decir que cualquiera que lo suponga tiene el intelecto de una hormiga y la comprensión de un terrón de barro cocido en un pantano de fango primordial... Pero claro que yo nunca diría algo así. [Risas de la audiencia]
La verdad salvadora, como reveló y enseñó, el profeta José Smith es que: Dios es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Él sabe todas las cosas, tiene todo poder, y está en todas partes por el poder de su Espíritu. Y si no sabemos ni creemos esta doctrina no podemos tener fe para vida y salvación. José Smith enseñó: " tres cosas son necesarias para que cualquier ser racional e inteligente pueda ejercer la fe en Dios para vida y salvación."

1. La idea de que El verdaderamente existe
2. Una idea correcta de su carácter, perfección y atributos.
3. Un conocimiento verdadero de que el curso que lleva su vida está de acuerdo con la voluntad de Dios
Los atributos de Dios son el conocimiento, la fe o poder, la justicia, el juicio, la misericordia y la verdad. Las perfecciones de Dios se definen como:"las perfecciones que pertenecen a todos los atributos de su naturaleza",Es decir que Dios posee todo conocimiento, toda la fe o el poder, toda justicia, todo juicio, toda misericordia, y toda verdad. Él es de hecho es la encarnación y personificación y la fuente de todos estos atributos.

¿Suponen que Dios puede ser más honesto de lo que ya es?
No debemos suponer que haya verdades que no conozca o conocimiento que él no posea.

 “Sin el conocimiento de todas las cosas, Dios no sería capaz de salvar a ninguna de sus criaturas; ya que es a causa del conocimiento que tiene de todas las cosas, desde el principio hasta el fin, lo que le permite dar ese conocimiento a sus criaturas por el cual se hacen partícipes de la vida eterna; y si no fuera por la idea que existe en las mentes de los hombres de que Dios tiene todo el conocimiento sería imposible ejercer fe en él”.
( citado por Elder McConkie en “Mormon Doctrine” Ed. 1966, p.264)


Si Dios sólo está practicando con algunas verdades que ha probado con algunos experimentos que ha hecho, no tendríamos ni la menor idea en cuanto al verdadero propósito de la creación.






HEREJÍA N°2:
Hay quienes creen que la evolución orgánica y la religión revelada se pueden complementar.


Charles Darwin y su Teoría del origen de las especies




Esto es tan falso como Diabólico. Las verdades concuerdan, la religión verdadera y la verdadera ciencia dan el mismo testimonio, y en un sentido verdadero y pleno, la ciencia verdadera es parte de la religión verdadera. Pero así como no hay manera de armonizar las falsas religiones de la Edad Media con las verdades de la ciencia actual. No hay manera de armonizar la religión revelada con los postulados teóricos del darwinismo y las diversas especulaciones que derivan de los mismos
No se dejen engañar , crean en el famoso documento que la Primera Presidencia emitió en los días del presidente Joseph F. Smith, titulado “El origen del hombre " y no es ni más ni menos que la doctrina del evangelio, es que Adán sucedía a Cristo en poder , fuerza, e inteligencia, antes de que se pusieran los cimientos de este mundo ; que Adán fue puesto en esta tierra como un ser inmortal ; que no había muerte en el mundo para él o para cualquier forma de vida hasta después de la caída; que la caída de Adán trajo la muerte temporal y espiritual al mundo ; que esta muerte temporal pasó a todos las formas de vida ,a los hombres y los animales, peces , aves y vida vegetal ; que Cristo vino a rescatar al hombre y todos los seres vivos de los efectos de la muerte temporal traída al mundo a través de la caída y en el caso del hombre también de una muerte espiritual ;y que este rescate incluye una resurrección para el hombre y para todas los seres vivos .
por más que quieran no se puede armonizar estas cosas con el postulado evolucionista de que la muerte siempre ha existido y que los seres vivos han evolucionado a partir de formas inferiores en astronómicamente largos períodos de tiempo . Por más que quieran no podrán complementar las teorías de los hombres con la palabra revelada que dice:

“Pues, he aquí, si Adán no hubiese transgredido, no habría caído, sino que habría permanecido en el jardín de Edén. Y todas las cosas que fueron creadas habrían permanecido en el mismo estado en que se hallaban después de ser creadas; y habrían permanecido para siempre, sin tener fin.

 Y ellos – es decir Adán y Eva- no habrían tenido hijos por consiguiente, habrían permanecido en un estado de inocencia, sin sentir gozo, porque no conocían la miseria; sin hacer lo bueno, porque no conocían el pecado.Pero he aquí, todas las cosas han sido hechas según la sabiduría de aquel que todo lo sabe. Adán cayó para que los hombres existiesen, y existen los hombres para que tengan gozo.Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída”.
[2Nefi 2:22-26]


La expiación de Cristo es el gran y eterno fundamento sobre el cual descansa la religión revelada. Ningún hombre se salva a menos que crea que el sacrificio expiatorio de nuestro Señor trae la inmortalidad a todos y la vida eterna a los que creen y obedecen y ningún hombre puede creer en la expiación a menos que acepte el divino origen de Cristo y la caída de Adán.
Si la muerte siempre ha prevalecido en el mundo, no habría caída de Adán que trajera la muerte a toda criatura; si Adán no cayó, no hay necesidad de una expiación; si no hubiera expiación, no habría salvación, no habría resurrección, ni vida eterna; ni ninguna de las gloriosas promesas que el Señor nos ha dado.
Si no hay salvación, no hay Dios.La caída afecta al hombre, todas las formas de vida y de la tierra misma. La Expiación afecta al hombre, todas las formas de vida y a la tierra misma.





HEREJÍA N° 3:
Hay quienes creen que casarse en el templo garantiza la exaltación.




Algunos suponen que las parejas que se casan en el templo que cometan toda clase de pecados, y luego paguen su castigo, obtendrán su exaltación Esto es contrario a todo el sistema y plan que el Señor ha ordenado, tenemos el privilegio de labrar nuestra salvación con temor y temblor ante él.
Si creemos y obedecemos, y entramos en las aguas del bautismo y hacemos convenios solemnes con el Señor de guardar sus mandamientos, y permanecemos en el camino estrecho y angosto que conduce desde la puerta del arrepentimiento y del bautismo, hacia un largo trayecto, a una recompensa que es la vida eterna. Y si caminamos, todo el trayecto que va hacia arriba y a delante, guardando los mandamientos y amando al Señor, haciendo todo lo que debemos hacer, con el tiempo seremos herederos de esa recompensa.Y exacta y precisamente en ese sentido, el matrimonio celestial es una PUERTA que nos pone en camino a la exaltación en el cielo más alto del mundo celestial. Y es en ese reino más alto de dignidad y gloria, que existe la continuidad de la unidad familiar, y aquellos que la heredan reciben la recompensa llamada: “Vida Eterna”.

El bautismo es una PUERTA, el matrimonio celestial es una PUERTA. Cuando aceptamos este camino estamos en obligación de guardar los mandamientos, y mi sugerencia en este punto es: vayan al templo y escuchen la ceremonia del matrimonio celestial, prestando particular y especial atención a las palabras, y aprender las promesas son que se entregan, sobre todo aprender que todas las promesas dependen del cumplimiento de todos los términos y condiciones del matrimonio celestial .





HEREJÍA N°4: Hay quienes creen que la doctrina de la salvación para los muertos ofrece una segunda oportunidad.




Esto es falso, falso, falso! Conocí a un hombre, ya fallecido, que no era miembro de la Iglesia, que era un réprobo, descriteriado que encontró placer, como él suponía, en vivir a la manera del mundo. Un cigarrillo colgaba de sus labios, su aliento olía a alcohol, e historias profanas y obscenas salían sus labios. Su estatus moral dejaba mucho que desear.
Su esposa era miembro fiel , tan fiel como sólo ella podía ser, dadas las circunstancias. Un día ella le dijo:"Tú sabes que la Iglesia es verdadera; ¿Por qué no te bautizas?" Él respondió:"Claro que sé que la Iglesia es verdadera, pero no tengo ninguna intención de cambiar mis hábitos para unirse a ella. Prefiero vivir a mi modo. No me preocupa para nada. Yo sé que en cuanto muera, alguien va a ir al templo y hará la obra para mí y todo saldrá bien de todos modos”.Él murió y ella lo hizo, lo cual fue una pérdida total y completa de tiempo.

No hay tal cosa como una segunda oportunidad para ganar la salvación. Esta vida es el día, y la hora de nuestra probación."Después de este día de vida, que se nos da para prepararnos para la eternidad, entonces viene la noche de tinieblas en la cual no se puede hacer obra alguna" Para aquellos que no tienen la oportunidad de creer y obedecer la palabra sagrada en esta vida, LA PRIMERA oportunidad de ganar la salvación vendrá en el mundo de los espíritus.

Si aquellos que oyen el evangelio por primera vez en el más allá, son el tipo de personas que habrían aceptado el evangelio aquí, se les da la oportunidad, y ellos lo aceptan allí.
La salvación por los muertos es para aquellos cuya PRIMERA oportunidad de ganar la salvación es en el mundo de los espíritus. Ahora, en la nueva revelación recientemente añadida al canon de las Escrituras dice:

"Y entonces llegó la voz de Jehová a mí, diciendo: Todos los que han muerto sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán herederos del reino celestial de Dios; También todos los que de aquí en adelante mueran sin un conocimiento de él, quienes lo habrían recibido de todo corazón, serán herederos de ese reino; Porque yo, el Señor, juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones”.
[DyC 137:7-9]

No hay otra promesa de la salvación que se exponga en esa revelación. Los que rechazan el evangelio en esta vida y luego lo reciben en el mundo espiritual, no irán reino celestial, sino al terrestre.






HEREJÍA N°5: Hay quienes creen que hay progreso de un reino a otro en los mundos eternos o que de reinos inferiores podrán progresar a reinos más altos.




Esto es la peor falsedad. Es una doctrina malvada y perniciosa. Que adormece a los hombres con seguridad carnal. Esto hace que digan: "Dios es tan misericordioso; Seguramente él nos salvará a todos, finalmente; si no ganamos el reino celestial ahora, con el tiempo lo haremos; así que ¿para qué preocuparse? "
Permite a las personas vivir en pecado, aquí y ahora, con la esperanza de que ellos serán salvos finalmente. La verdadera doctrina es que todos los hombres resucitarán, pero saldrán en la resurrección con diferentes tipos de cuerpos, unos celestiales, otros terrestres, otros telestiales, y algunos con cuerpos sin ningún grado de gloria. El cuerpo que recibiremos en la resurrección determina la gloria que tendremos en los reinos eternos. De los de la gloria telestial está escrito:

"Y serán siervos del Altísimo, más dónde Dios y Cristo moran no podrán venir, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS”. [DyC 76:112]

De aquellos que se queden solteros en la eternidad, la revelación dice:"Por tanto, cuando están fuera del mundo ni se casarán ni se darán en casamiento; sino que son nombrados ángeles en el cielo; ángeles que son siervos ministrantes para ministrar a los que son dignos de un peso de gloria mucho mayor, y predominante y eterno. " -Permítame agregar, que se está refiriendo a las personas que tenían la oportunidad de casarse justamente en esta vida y que no quisieron. De ellos, la revelación continúa: "Porque estos ángeles no se sujetaron a mi ley; por lo tanto, no pueden tener aumento, sino que permanecen separada y solitariamente, sin exaltación, en su estado de salvación, por toda la eternidad; y en adelante no son dioses, sino ángeles de Dios para siempre jamás”. 
[DyC 132:16-17]

Ellos tampoco progresan de un reino a otro, nunca un reino inferior llegará a un reino más alto. Cualquier progreso eterno, será dentro de su propio estado de gloria.






HEREJÍA N°6 Hay quienes creen o dicen creer, que Adán es nuestro Padre y nuestro Dios. Que él es el padre de nuestros espíritus y nuestros cuerpos, y es a quien adoramos.



El diablo mantiene esta herejía viva para obtener conversos al sectarismo. Es contrario a todo el plan de salvación establecido en las escrituras. Cualquiera que haya leído el libro de Moisés, y que haya recibido la investidura del templo y que todavía crea en la teoría “Adán-Dios” ,no merece ser salvo. Los engañados por esto, rechazan al profeta viviente y cierran sus oídos a los apóstoles actuales.
"Vamos a seguir a los que van más delante", decían. Y tan pronto como lo decidieron se encontraban listos para entrar en relaciones polígamas que destruirían sus almas.
Adoramos al Padre, en el nombre del Hijo, por el poder del Espíritu Santo; y Adán es su principal siervo, por quien comenzó la población de este planeta.



HEREJÍA N°7: Hay quienes creen que debemos ser perfectos para ganar la salvación.




Esta no una gran herejía, sólo un malentendido doctrinal que menciono aquí a fin de ayudar a completar nuestra disertación y dirigir nuestra atención de lo negativo a lo positivo.
Si tenemos dos principios en mente los miembros buenos y fieles pueden ser salvos a pesar de estar lejos de ser perfectos en esta vida. Estos son: (1) -Esta vida es el tiempo señalado para que los hombres se preparen para comparecer ante Dios, esta vida es el día de nuestra probación. (2) El mismo espíritu que posea vuestros cuerpos al salir de esta vida, tendrá poder para poseer vuestros cuerpos en el mundo eterno.
Lo que estamos haciendo como miembros de la Iglesia es trazar un camino que lleve a la vida eterna. Sólo hay un ser perfecto, el Señor Jesús. Si los hombres tuvieran que ser perfectos y vivir toda la ley estrictamente, en su totalidad, y por completo, habría una sola persona salva en la eternidad.


El profeta dijo que hay muchas cosas por hacer, incluso más allá de la tumba, para labrar nuestra salvación. lo que hacemos en esta vida es trazar un curso que conduce a la vida eterna. Nosotros lo determinamos en nuestro corazón y en nuestra alma, con todo el poder y la capacidad que tenemos, que a partir de este momento vamos a seguir adelante en justicia; para que podamos ir a donde Dios y Cristo están. Si tomamos esta decisión, y asumimos nuestro deber hasta el fin de esta vida, vamos a seguir ese curso a la eternidad.
Porque el mismo espíritu que posea nuestro cuerpo en el momento que nos apartamos de esta vida mortal tendrá poder para poseer nuestros cuerpos en el mundo eterno. Si salimos de esta vida amando al Señor, y deseando la rectitud, y deseando los atributos de la divinidad, vamos a tener ese mismo espíritu en el mundo
eterno, y vamos a seguir avanzando y progresando hasta el máximo, el día en que recibamos y heredemos todas las cosas.

Ahora bien, no digo que estas grandes herejías prevalecen entre nosotros. Me parece que es muy probable que hay otras cosas también que podrían añadirse, pero mi sugerencia es que nos convirtamos en estudiosos de las Escrituras, que acomodemos nuestro pensamiento y creencias a lo que se encuentra en los libros canónicos.

Que nos despreocupemos por los puntos de vista y opiniones que otros han dicho y que bebamos directamente de la fuente que el Señor nos ha dado, y que concordemos sobre los puntos de su doctrina. Y si seguimos ese curso, nos daremos cuenta que es una dirección distinta a la del mundo.
No nos deben preocupar las opiniones intelectuales de otras personas. Tenemos que obtener por nosotros mismos el testimonio del Espíritu de que estamos en el camino correcto, y eso causará en nosotros una influencia de purificación, santificación y edificación.
Ahora, sólo para tener las ideas en orden, vamos a mencionar las tres grandes herejías que prevalecen en todo el resto de la cristiandad .Estas no prevalecen entre nosotros, afortunadamente.



La verdad más grande que el hombre conoce es que hay un Dios en el cielo, infinito y eterno; que él es el creador, sustentador y preservador de todas las cosas; que nos creo a nosotros y los cielos siderales y ordenado creó y estableció un plan de salvación mediante los cual podemos avanzar y progresar y llegar a ser como él.
La gran verdad referente a él es que es nuestro Padre Celestial, tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre, que es literalmente una persona, y que si creemos y obedecemos sus leyes podemos ganar la exaltación que él posee.
Ya que esta es la verdad más grande y el concepto más glorioso conocido por la mente humana, lo contrario de esta es la más grande herejía de toda la cristiandad. Lo contrario es , que Dios es una esencia espiritual , tres seres en uno, una nada espiritual que llena la inmensidad del espacio, lo contrario es la herejía que se describe en los credos de las iglesias del mundo.
Ahora, la segunda verdad más grande en toda la eternidad es sobre el divino origen del Señor Jesucristo. Es que fue preordinado en los concilios de la eternidad para venir a aquí y ser el redentor de los hombres, para venir a rescatar a los hombres de la muerte temporal y espiritual, que recibimos por la caída de Adán.
Esta segunda gran verdad es que Cristo efectuó el eterno e infinito sacrificio expiatorio para levantar a los hombres a inmortalidad y a aquellos que crean y obedezcan serán levantados a vida eterna.


Ahora lo contrario es la segunda gran herejía en toda la cristiandad, y lo contrario es que los hombres son salvos por algún tipo adoración verbal, por la gracia de Dios, sin trabajo ni esfuerzo de su parte.
La tercera gran verdad que conoce la humanidad, la tercera gran verdad en toda la eternidad es que el Espíritu Santo de Dios es también revelador y santificador, que es un personaje de espíritu. Su ministerio y obra en la Trinidad es testificar del Padre, y del Hijo y revelar a ellos y sus verdades a los hombres. Y su obra es ser un santificador para limpiar y perfeccionar las almas humanas, para quemar la escoria y el mal de las almas , como si fuera por fuego. A eso llamamos “Bautismo de Fuego”.



Folleto de los discursos clásicos de Elder McConkie: El Poder Purificador de Getsemaní  y Las Siete Herejías Mortales




Ahora lo contrario de eso es la tercera más grande herejía en toda la cristiandad, es que la revelación ha cesado, que Dios ha cerrado su boca, y que el Espíritu Santo ya no inspira a los hombres, que los dones del Espíritu se han terminado tal como los antiguos apóstoles, y que ya no debemos seguir el curso que ellos trazaron.
Bueno, yo he mencionado estas cosas; creo que tendrán que sopesar y evaluar. Creo que tendrán que reflexionar y preguntarse y escudriñar las Escrituras. Después de que Jesús estuvo enseñando, como ser resucitado, los nefitas, dándoles tanta luz como la que ellos en su sabiduría podían absorber de una vez, les aconsejó ir a sus hogares, y meditar en su corazón las cosas que él les había dicho, y orar al Padre en su nombre para averiguar si eran ciertas, y luego volver otra vez al día siguiente y él les enseñaría más.
Bueno, ahora ese es el modelo que opera en la Iglesia. Nos reunimos en las congregaciones, buscando la guía del Espíritu Santo, a estudiar de las revelaciones, leer las escrituras, y escuchamos la doctrina y el consejo dados por aquellos que han sido llamados.

Estas enseñanzas deben ser por supuesto por el poder del Espíritu Santo deben ser recibidas por el mismo poder. Y si es así, entonces que el que habla y el que oye se edifican mutuamente, y tendremos un ambiente de adoración apropiado.


Al concluir la reunión, el "amén" no debe terminar con ella. Debemos ir a nuestros hogares y nuestras familias y en nuestros círculos, y debemos buscar las revelaciones y encontrar lo que ha dicho el Señor de los temas relacionados. Y debemos tratar de ponernos en sintonía con el Espíritu Santo y tener un testimonio, no sólo de la verdad y la divinidad de la obra en la que estamos embarcados, sino de las doctrinas que enseñan aquellos que predican a nosotros.
Venimos a estas congregaciones, y a veces un orador trae una jarra de agua viva que tiene en sí varios litros. Y lo derrama sobre la congregación, y todo lo que los miembros se llevan es una sola copa y es todo lo que se llevan. O tal vez ponen sus manos sobre las copas, y no consiguen nada de que compartir.
Ahora bien, en otros casos, tenemos reuniones dónde falla el discursante y lo único que trae es una pequeña taza de la verdad eterna, y los miembros de la congregación vienen con grandes jarras y todo lo que obtienen es un vasito que provenía de una hombre que debería haber sido mejor, y que se debería haberse preparado y hablado de las revelaciones por el poder del Espíritu Santo.
Tenemos el deber en la Iglesia de hablar por el poder del Espíritu. Se nos manda a atesorar las palabras de la luz y la verdad, y luego verter la parte que es apropiada y necesaria en cada ocasión.
Ahora he leído deliberadamente partes de mi mensaje esta noche porque deseo que estas palabras sean la vía para que entiendan, para que estén al tanto de los temas mencionados, en lo que a mí respecta he entregado el mensaje de manera clara . Y los que oyeron son entonces responsables por su reacción al mensaje .
No creo que las herejías que he nombrado sean comunes en la Iglesia, creo que la gran mayoría de los miembros de la Iglesia creen y entienden la doctrina y tratan de aplicar los principios en su vida.
Por desgracia, hay algunas personas que agitan y remueven estos asuntos, y tienen el afán de mesclar, o el deseo de difundir filosofía propia, creen estar en mejor posición de juzgar que los jueces de Israel, y no están en armonía con la mente, voluntad y propósitos del Señor.
Nos corresponde a nosotros a creer la verdad. Tenemos la obligación de saber lo que es verdad, y tenemos la obligación de caminar en la luz y aplicar las verdades que hemos aprendido a nosotros mismos para persuadir a los demás a hacer lo mismo.
Lo más glorioso y maravilloso de todo este sistema de religión revelada que el Señor, nuestro Dios, nos ha dado es el hecho de que es verdad.


No hay algo más glorioso, un concepto más maravilloso que el sencillo hecho de que la obra en la que estamos embarcados es verdadera. Y porque es verdad triunfará y prevalecerá, y el conocimiento de Dios y sus verdades rodará hasta cubrir toda la tierra como las aguas cubren el mar. No esperamos tener una sociedad perfecta entre nosotros hasta que comience la era milenaria. Pero eso no está tan lejos y cuando llegue ese día, todos vamos, como dicen las Escrituras, ver ojo a ojo y hablar a una sola voz, y el Señor mismo a habitará entre nosotros. No puede habitar entre nosotros ahora, porque estamos divididos y no estamos viviendo en la que la armonía y la unidad perfecta y devoción que prevaleció entre los santos en los días de la ciudad de Enoc.
Dios quiera que seamos prudentes en lo que hagamos, para que podamos buscar la verdad, que podamos vivir la verdad, que podamos dar testimonio de la verdad, y en consecuencia, la alegría y la paz y la felicidad vendrá a la gente aquí y ahora y así serán herederos, a su debido tiempo de una recompensa eterna en el reino de nuestro Padre.
Esta es mi oración por mí y por todos ustedes, y para todos los miembros de la Iglesia, y para todos honestos buscadores de la verdad en todas partes, y lo digo en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.